Vertebroplastia
¿Qué es la Vertebroplastia?
La vertebroplastia es un tratamiento percutáneo para algunas de las fracturas vertebrales, producidas generalmente por osteoporosis, que consiste en rellenar la vertebra rota con cemento + un medio de contraste.
¿Cuando se realiza?
Depende del paciente, del tipo de fractura, del dolor o del compromiso de la alineación vertebral que genere la fractura. Se recomienda cuando falla el tratamiento conservador con corset y analgésicos. La vertebra rota se diagnostica con Rx y Resonancia magnética.
¿En qué consiste?
La técnica consiste en rellenar la vértebra rota con un cemento acrílico. Habitualmente se hace con sedación y en régimen ambulatorio. Las heridas en la piel son de 1 cm. Los trócares se meten dentro de la vértebra a través de los pedículos, evitando lesionar los nervios y/o la médula. Una vez dentro del cuerpo vertebral, se inyecta el cemento en cantidad suficiente para rellenar la vértebra rota. Esto se consigue gracias un aparato de Rx escopia y al medio de contraste que va mezclado con el cemento.
Diferencias entre vertebro y cifoplastia
La vertebroplastia consiste en rellenar el cuerpo vertebral con cemento directamente a través de los trócares (Fig 1 y Fig 2).
La cifoplastia es lo mismo, pero con un paso previo, consistente en generar un hueco o cavidad dentro de la vértebra fracturada. Este hueco se hace con un balón, globo o dispositivo (similar al gato para levantar un coche con la rueda pinchada), que una vez dentro de la vértebra, se hinchará o expandirá para tratar de levantar la vértebra aplastada o generar dicho hueco, que posteriormente albergará el cemento (Fig 3).
¿Es eficaz?
Tiene una eficacia de más del 90% en lo que respecta a quitar el dolor agudo secundario a la fractura vertebral. Permite quitar la medicación y el corsé y reanudar las actividades de la vida cotidiana de forma precoz.
¿Tiene efectos secundarios? ¿Riesgos?
El porcentaje de complicaciones por esta técnica es mínimo. El riesgo principal son las fugas de cemento...pero raras veces estas fugas generan síntomas o consecuencias graves, dado que el cirujano las puede controlar a tiempo gracias al medio de contraste que lleva el cemento. El % de infecciones es mínimo.